La vida se presenta con un toque extravagante,
Vida en estado puro, bruta, natural, volcánica, autentica.

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sábado, 20 de agosto de 2011

Retales

Se despertó sudorosa con toda la maraña de pelo pegada a la cara. Sentía el sudor recorrer su desnudo cuerpo y aun no se atrevía a abrir los ojos, más bien aun no podía, tenia los parpados completamente pegados lo que le hizo agobiarse mucho más de lo que ya estaba.
Desistió, dio un bote y abrió los ojos tan bruscamente que el sol hizo que los volviera a cerrar y abrirlos nuevamente pero esta vez más despacio.

Fue entonces cuando lo vio sentado y apoyado al respaldo de la cama mirándola sorprendido y con un gesto un tanto cómico por la situación. En ese instante se dio cuenta de su desnudez y agarro la sabana torpemente, se sentó junto a él y retirándose el pelo de la cara mientras sonreía pícaramente le miro de reojo y dijo:

-¿Daniel, no?

-Exacto, ¿Estas bien?

Mmmm, ese nombre le recordaba demasiadas cosas, demasiados recuerdos ya olvidados hace ya algún tiempo cuando existían príncipes y princesas, cuando aun vivía en otro mundo donde una bella sombra siempre la protegía y un reflejo rubio le aguadecía día a día.

De pronto salio de ese ensimismamiento, aquel daniel que estaba a su lado y le sonreía como si nada, ya lo recordaba, lo conoció anoche en un pub de California era mono, demasiado mono. Recodó la loca noche que había pasado con aquella alma caminante como ella, su olor antes de quitarle la ropa y la suavidad de sus manos junto con la ternura de sus ojos.(Para nada se le parecía a aquel fantasma pasado)

Entonces le devolvió la sonrisa se levanto tal como su madre la trajo al mundo, se acerco al gran mapamundi que colgaba de la pare y puso una chincheta con un trozo de papel justo en California, entonces salio hacia la cocina mientras pregonaba dulcemente:

-¿Quieres algo para desayunar?

Él se levanto se puso los pantalones y se acerco lleno de curiosidad hacia donde apenas unos segundos había estado aquel ser que, misteriosamente le despertaba una gran sonrisa en la cara. Sabia que ella era diferente para bien o para mal aunque al ver aquel mapamundi y a la chicheta en California con su nombre "DANIEL" y otros nombres en diferentes sitios del mundo supo que muy dificilmente volvería a verle.

Solo le quedaba aprovechar aquellos efímeros instantes que le quedaban, aquel pájaro ansiaba la libertad quizá eso era lo que le había llamado la atención la noche anterior, una pena.

Era mona, demasiado mona.