La vida se presenta con un toque extravagante,
Vida en estado puro, bruta, natural, volcánica, autentica.

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lunes, 15 de marzo de 2010

Delirio.

Sé que si mis dedos rozan tu piel no estaré tocando a algo divino y quizás inexistente,sino algo vivo, muy vivo algo tan humano que da miedo. Y ese roce, esa piel suave me hará temblar me estremeceré como un pequeño gato abandonado en la calle en una noche fría de diciembre. Entonces comprenderé todo la verdad del universo. Comprenderé cuan perfecta es tu imperfección, seré la verdad del mundo, porque esa verdad serás tú y soñaré los mejores sueños, porque mi sueño es rozarte. Y lo estaré haciendo y cumpliré mi deseo porque mi deseo eres tú y ya te tendré.”






Algún día su vida se esfumara, ya no habrá prado ni horizonte, su vida se irá desangrando sin poder hacer absolutamente nada contra eso. Por eso ella reflexiona, piensa y sobretodo vive, vive y disfruta. Es valiente, feliz meramente porque quiere serlo no porque lo sea.






Realidad...mentira






Lady Madrid.

viernes, 12 de marzo de 2010

El misterio de los sueños (Parte 2)

El niño fue siguiendo algo, aun no sabía hacia donde ni hacia qué. Pero siguió el camino de las montañas.
Yo lo llamaría destino aunque para otros sólo fuese casualidad, pero al poco creyó ver algo debajo de una piedra. Para alguien poco observador ese papel pasaría inadvertido pero para alguien como Jack, jamás. Se agachó y sigilosamente lo cogió, parecía un simple papel, pero al observarlo mejor se dio cuenta de que aquello era un mapa. ¡Un mapa!. Podía ser de cualquier lugar. En él había una cruz en una cueva que, tal como decía el propio mapa, se encontraba cerca de donde él estaba; no tenía nada que perder y fue para allá.
Antes de que cayera la noche llego a la cueva y valiente, como un verdadero héroe, entro en la cueva.


Nadie sabe que encontró allí, pero yo hace poco hable con el propio Jack y me contó lo ocurrido. Según él, aquello, para sus ojos, entonces, infantiles, tan vacios de experiencias y llenos de inocencia, fue algo impresionante. Vio tarros de cristal por toda la cueva. El cristal era de una belleza inaccesible, y en ellos había algo extraño, habían de muchos colores y de todas las clases, había cientos de ellos por todas partes, brillaban y hacían brillar y destellar la cueva. En ese lugar se respiraba magia, fantasía y una plena felicidad acompañada de una enorme tranquilidad que rompía la monotonía del mundo. Entonces supo que lo que contenían esos tarros eran… ¡sueños!
Ese templo de sueños le llenó a Jack de una enorme cantidad de cosas, hasta entonces, desconocidas para él.

Pero al final de aquel túnel misterioso, en un rincón, al final de un largo pasillo guardador de sueños, se encontraba alguien, seguramente el malvado ladrón de sueños, aquel que le había robado sus sueños, esa vida mágica que sólo está cuando duermes. Jack sé acercó, pero no vió lo que se esperaba. No vio a alguien grande, malvado y ambicioso, que seguramente le haría añicos en un abrir y cerrar de ojos, si no a alguien aterrado, asustado, pequeño y débil, muy débil. En ese momento Jack le arrojó la boina en señal de paz, y el pobre desconocido la cogió y se la puso.





El resto de la historia, me dijo que sólo se la podía contar a los niños, sólo a ellos, pues sólo ellos podían entenderla y creer en ella, y así os lo voy a contar a vosotros.

¿No os imagináis quién puede ser aquel aterrado ladrón de sueños?
Pues el culpable de todo esto, el dueño de esa boina y el creador de la inexistencia de sueños en nuestra memoria era… un pequeño e ingenioso duende, Don Tarantello. Don Tarantello le explicó a Jack el porqué de robar los sueños y sobre todo, lo maravilloso de ellos. Aquel duende decía que los sueños robados mantenían al mundo en equilibrio. Él amaba a los sueños, a esas fantasías atropelladoras y a esos instantes donde todo es posible y sólo mandan tus deseos y tu mente. Ese ser mágico y diminuto le enseño a nuestro pequeño Jack algo que jamás olvidara, que la magia existe y que los sueños hacen de la noche algo extraordinario.
Jack guardó el mapa en un lugar seguro donde solo los niños curiosos, valientes y soñadores lo podrán encontrar.



Así que yo os digo a vosotros que si queréis saber dónde se encuentran vuestros sueños robados o si le queréis preguntar a Don Tarantello el por qué de su trabajo, sólo tenéis que encontrar el mapa, confiar en Don Tarantello y sobre todo…



Soñar soñar, y creer en los sueños.





Lady Madrid

miércoles, 10 de marzo de 2010

El misterio de los sueños. (Parte 1)

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué la mayoría de las veces no nos acordamos de los sueños? ¿Por qué al levantarnos, tenemos la sensación de haber soñado algo emocionante, o algo terrorífico, o algo tan bonito que te emocionas, pero a pesar de esa sensación no nos acordamos del sueño en concreto?...
Hace ya algunos años conocí el secreto de aquello.


No sé dónde oí hace tiempo algo que le paso a Jack McGuin, un niño escocés. Decían de él que últimamente estaba obsesionado con los sueños. Se frustraba al no acordarse de los muchos que soñaba y siempre dormía en alerta, pues estaba convencido de que algo sucedía. No aceptaba la opción de que era la mente, quien los borraba, él pensaba que alguien se los debía de quitar.




Algunos le dieron por loco, otros solo por un niño frustrado ante aquella absurda realidad, y poco a poco dejaron de preocuparse.
Por supuesto, Jack jamás se rindió. Tenía un espíritu fuerte y una mente abierta y llena de fantasía, aunque en el fondo sólo era un niño ¿no?
Pero en unas de esas noches, tal como oí, Jack se despertó de repente sudando, y aunque sólo fue por una milésima de segundo, Jack vio algo verde y rojo salir por la ventana. En ese instante una enorme sonrisa apareció en su rostro, por fin tenía algo a lo que agarrarse y ahora más que nunca estaba seguro de que debía llegar hasta el final.



¡Maldita sea! ¡Por los cuernos de Kudú! ¡Jamás me había pasado esto! ¿Me habrá visto aquel niño? ¡Por las barbas de Barrabas!… Mañana tendré que volver para asegurarme. Si me ha visto estoy perdido, tengo miedo, no puedo permitirme esos fallos en mi trabajo. Menos mal que conseguí quitarle el sueño, si no, sí que sería una tremenda desgracia.


Según me siguieron contando, aquel niño a la noche siguiente no durmió, optó por hacerse el dormido, sea quién fuese quién había estado la noche anterior, seguro que volvería para asegurarse de que él no había visto nada, y en ese momento le seguiría a donde fuera. Y así fue, casi cuando la inconsciencia empezaba a inundarle oyó su ventana, inmediatamente sintió cómo algo entraba en su cabeza y de pronto un grito, ¡dentro de su cabeza!, le hizo caerse de la cama. Abrió los ojos pero no vio nada. Se acercó a la ventana y divisó una boina verde (muy peculiar, por cierto), señal de que alguien realmente había estado allí. Tal como me dijeron, Jack no estaba dispuesto a darse por vencido, y ya que nadie creía en él tendría que hacerlo solo. Cogió algunas provisiones y salió en busca de sus sueños, algo, como ya suponéis, muy apreciado para él.





Lady Madrid.

lunes, 1 de marzo de 2010

Gracias...






El tiempo y la realidad
juegan en una batalla desigual donde
nadie es vencido.
Y cada verdad se hace eterna.





Lady Madrid