La vida se presenta con un toque extravagante,
Vida en estado puro, bruta, natural, volcánica, autentica.

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sábado, 26 de marzo de 2011

Repentinamente algo ha hecho que abra los ojos, los pelos de mi cuerpo se erizan uno a uno, algo pasa, y no es nada bueno. Dolor, sí, aquel aterrador sentimiento de quien huye todo ser viviente. Yo no lo odio, aunque quizá también me una a la huida en más de una ocasión. Pero pensadlo un instante. Sin dolor jamás notaríamos ese acelerón de adrenalina cuando notamos como se escapa el sufrimiento y deja espacio a la atropelladora felicidad, no diferenciaríamos los buenos momentos. El dolor nos hace despertarnos sentir que estamos vivos para, sin perder un minuto, activarnos y luchar por apartarlo, nos mantiene afanosos de felicidad, nos ayuda a desarrollarnos y a demostrarnos a nosotros mismos y al mundo que nuestra existencia tiene sentido. Como dijo Nietzschetodo lo que nace debe estar dispuesto a una dolorosa decadencia…. Sin embargo el dolor nunca debe helarnos”.


Me propongo gritar, desgarrar todo aquel dolor que aunque no lo quisiera aceptar sabia sin lugar a dudas de donde provenía. Chille hasta el límite de mi voz, y supe que en ese instante solo el mundo me entendía.



miércoles, 16 de marzo de 2011

De repente me paro y respiro, ya no duele tanto.

Aquel salvaje viento mueve hacia todas las direcciones mi alborotado pelo sin dejarme opción a quitármelo de la cara. Observo mis pies con aquellas viejas botas que siempre me habían recordado a los años hippies de los 60s pero esta vez están quietos con miedo a tropezar y caer. Bajo ellos no hay nada importante, solo la vida que no es más que lo queramos que sea.

Mr.Nobody de la película “Las posibles vida de Mr.Nobody” dijo una vez que “No podemos volver hacia atrás, y es por ello, por lo que nos cuesta tanto elegir; así que, mientras que no elijamos todo sigue siendo posible…”

Así que me limito a extender los brazos, cerrar los ojos e intentar no moverme, no seguir andando, aun todo es posible. Y mientras todo sea posible, aun no hay nada ganado pero lo mejor,es que no hay nada perdido. La vida, aun sigue indemne mientras nos queden opciones posibles y ganas intactas.


Porque ya no camino con la seguridad que podría tener un elefante andando por un delgado hilo a 50 metros del suelo.




Hace poco que puedo afirmar que me sostengo bajo pequeños universos pero muy seguros pilares de afecto.





"Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora"



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martes, 8 de marzo de 2011



-¿Qué haces?


-Observo.


-¿Y que ves?


-Más de lo que puedes ver tú.


-¿Cómo puedes saber eso?


-¿Qué ves?


-Pues ¿Qué voy a ver? Un puñado de coches de toda clase y colores, movimiento a uno y otro lado, el ajetreo de la gran ciudad. Una pareja en una esquina y otra andando. Y miles de personas por toda la acera. Ah! Y justo enfrente acaba de pasar un chico.


-Lo que yo decía.


-A ver sorpréndeme, ¿Tú que ves?


-¿Yo? Yo veo el mundo. El humo que sale de aquellos coches y hieren, dañan al el aire que se mueve a uno y otro lado y hace que la melena morena de la muchacha de aquella pareja de la esquina se mueva sin ton ni son y no deje ver la cara del enamorado, que seguramente en este instante, vive más que tu o que yo. También veo aquella pareja que anda agarrados de la mano, aunque, desgraciadamente no duraran mucho porque hablan con las cabezas agachadas, sin mirarse a los ojos. Hay miles de universos por todos lados y sí, justo enfrente veo a un muchacho, de ojos marrones exactamente. De ojos marrones, morena cabellera y tímida expresión.

Y ¿Sabes quién es?


-¿Quién?


-Mi desino, al menos justo en este instante.


-¿En este instante?


-Sí, luego no se qué pasará.

Y se fue, con aquella sonrisa picarona, dispuesta a comerse aquel mundo que observaba y que ella jamás se detenía a mirar. No es bueno acostumbrarse a mirar tan solo la superficie de las cosas, la superficie de la realidad. Jamás podrá llegar a ser tan complicada como aquella rubia que va tras sus sueños, porque a diferencia de aquella loca, ella se ha ido convirtiendo tan solo en superficie.




Mientras en la gran inmensidad del mundo una loca corría por en medio de toda la gran vía de Madrid. Sabía que era complicada y que por ello había tenido infinidad de problemas, la mayoría con ella misma, pero así era ella y solo por eso era capaz de ver cosas que nadie en ese instante percibía.

El muchacho de ojos marrones se giro inconscientemente. Enfrente de él había observándole una muchacha, rubia, con una enorme sonrisa en la cara. Debía de haber venido corriendo por el medio de todo ese mar de gente porque respiraba fuertemente. Estaba loca, pensó, aunque siempre había sabido que las mejores personas lo estaban.





A veces todo es cuestión de sensaciones y debemos aprender a vivir esos instantes.