Puro instinto

Últimamente me inunda una inmensa felicidad, insensata, descontrolada, loca. Serán estas hormonas tan alborotadas, o esa impulsividad innata acompañada de esa locura que me caracteriza. La verdad es que debo estar en el punto más alto, de la edad esa que suelen llamar, “la edad del pavo” o quizás esto lo siga arrastrando para el resto de mi vida. Pero ¿a quién no le gusta un poco de locura en su vida?. Me considero esa chispa de energía que mucha gente necesita, pero también ese punto de reflexión que en muchas personas falta. Me gustar flexionar sobre el mundo, sobre esta sociedad en la que vivimos. Soy una mezcla de rock and roll, paz y amor, soy una copa de vino volcada en el suelo, acompañada de un sujetador sin dueño, en medio de una loca noche, de una apasionada locura. La verdad que debe haber gente extraña en este mundo, pero difícilmente habrá alguien tan raro como yo. No soy tan difícil como piensan, ni tan complicada, por lo menos eso creo yo. Aunque mientras algunos intentan ser como otros, mientras otros son soldados de algunos, mientras varios pocos no crean en nada más que en lo que tiene delante de sus narices, yo seré esa cabezota que quede de pie después de que todos estos caigan arrodillados. A diferencia de ellos yo tengo un sitio por si este mundo se llega a ir a la mierda, por muy abstracto que parezca, y vosotros, imbéciles profundos, os quedareis con vuestra queridísima ignorancia.