La vida se presenta con un toque extravagante,
Vida en estado puro, bruta, natural, volcánica, autentica.

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miércoles, 16 de marzo de 2011

De repente me paro y respiro, ya no duele tanto.

Aquel salvaje viento mueve hacia todas las direcciones mi alborotado pelo sin dejarme opción a quitármelo de la cara. Observo mis pies con aquellas viejas botas que siempre me habían recordado a los años hippies de los 60s pero esta vez están quietos con miedo a tropezar y caer. Bajo ellos no hay nada importante, solo la vida que no es más que lo queramos que sea.

Mr.Nobody de la película “Las posibles vida de Mr.Nobody” dijo una vez que “No podemos volver hacia atrás, y es por ello, por lo que nos cuesta tanto elegir; así que, mientras que no elijamos todo sigue siendo posible…”

Así que me limito a extender los brazos, cerrar los ojos e intentar no moverme, no seguir andando, aun todo es posible. Y mientras todo sea posible, aun no hay nada ganado pero lo mejor,es que no hay nada perdido. La vida, aun sigue indemne mientras nos queden opciones posibles y ganas intactas.


Porque ya no camino con la seguridad que podría tener un elefante andando por un delgado hilo a 50 metros del suelo.




Hace poco que puedo afirmar que me sostengo bajo pequeños universos pero muy seguros pilares de afecto.





"Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora"



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martes, 8 de marzo de 2011



-¿Qué haces?


-Observo.


-¿Y que ves?


-Más de lo que puedes ver tú.


-¿Cómo puedes saber eso?


-¿Qué ves?


-Pues ¿Qué voy a ver? Un puñado de coches de toda clase y colores, movimiento a uno y otro lado, el ajetreo de la gran ciudad. Una pareja en una esquina y otra andando. Y miles de personas por toda la acera. Ah! Y justo enfrente acaba de pasar un chico.


-Lo que yo decía.


-A ver sorpréndeme, ¿Tú que ves?


-¿Yo? Yo veo el mundo. El humo que sale de aquellos coches y hieren, dañan al el aire que se mueve a uno y otro lado y hace que la melena morena de la muchacha de aquella pareja de la esquina se mueva sin ton ni son y no deje ver la cara del enamorado, que seguramente en este instante, vive más que tu o que yo. También veo aquella pareja que anda agarrados de la mano, aunque, desgraciadamente no duraran mucho porque hablan con las cabezas agachadas, sin mirarse a los ojos. Hay miles de universos por todos lados y sí, justo enfrente veo a un muchacho, de ojos marrones exactamente. De ojos marrones, morena cabellera y tímida expresión.

Y ¿Sabes quién es?


-¿Quién?


-Mi desino, al menos justo en este instante.


-¿En este instante?


-Sí, luego no se qué pasará.

Y se fue, con aquella sonrisa picarona, dispuesta a comerse aquel mundo que observaba y que ella jamás se detenía a mirar. No es bueno acostumbrarse a mirar tan solo la superficie de las cosas, la superficie de la realidad. Jamás podrá llegar a ser tan complicada como aquella rubia que va tras sus sueños, porque a diferencia de aquella loca, ella se ha ido convirtiendo tan solo en superficie.




Mientras en la gran inmensidad del mundo una loca corría por en medio de toda la gran vía de Madrid. Sabía que era complicada y que por ello había tenido infinidad de problemas, la mayoría con ella misma, pero así era ella y solo por eso era capaz de ver cosas que nadie en ese instante percibía.

El muchacho de ojos marrones se giro inconscientemente. Enfrente de él había observándole una muchacha, rubia, con una enorme sonrisa en la cara. Debía de haber venido corriendo por el medio de todo ese mar de gente porque respiraba fuertemente. Estaba loca, pensó, aunque siempre había sabido que las mejores personas lo estaban.





A veces todo es cuestión de sensaciones y debemos aprender a vivir esos instantes.



jueves, 24 de febrero de 2011

Juguemos a ser humanos.

Si, está desapareciendo, y por más que mueves los brazos y lanzas señales al aire nada se retiene, nada gira la cabeza y te observa, absolutamente nada se mantiene, todo se borra. Por más que luchas, que gritas, que corres, que huyes, que observas, que callas, que miras, que escondes, que intentas…

Alguien sin escrúpulos se ha tomado la libertad de borrártelo todo, hasta los puntos y comas, los pretéritos simples y compuestos, TODO, y nada le detiene. Ni tus palabras, ni tus lágrimas que salen sin ruido, ni tan siquiera aquel momento, y no, ese tampoco. Ya no están, ni esos ni aquellos, ni siquiera estos. Alguien muy meticuloso ha sido el causante de todo, porque no dejo huella, ni señales ni un pequeño rastro. Solo quedan restos de estos que no son nada, nada sin aquellos ni esos. No valen nada comparados.
Unicamente permanecen las señales del tráfico diario y aquellas pequeñas manías que tienen tu nombre. Sí, como aquella de la barra de labios o aquel movimiento de brazos a lo Mouling rouge, aunque eso también es algo que solo tú sabrás.

Aprendamos a deshacernos de todo aquello que nos ata y no nos deja crecer, explorar, percibir, observar, sentir. De todo aquello que nos borra.
¿Y entonces? Entonces, en cualquier rincón, menos allí, estaremos. Porque siempre quedarán princesas destronadas, reinas de las discordias, putas sin cerebro o grandes equivocados que solo sabrán juzgarte. Pero no olvides que también quedarás tú, danzando con los brazos bien altos, con los ojos cerrados y el corazón en las manos.















Cómplice del aire

viernes, 11 de febrero de 2011

Porque nunca hubo culpables y menos el pobre destino que más no pudo hacer por nosotras.

Quien quiere regresar es que no ha aprendido, y ¿quién quiere volver si lo que cuenta es aprender?. Miremos hacia adelante al horizonte, donde todo se ve inalcanzable e inevitablemente deseable. Hace tiempo que aprendimos a observar más allá de nuestros ojos, y fue gracias a eso por lo que tanto experimentamos y quisimos. No nos perdimos, ya no pequeña Marta.

Las pestañas color carbón y aquellos oscuros parpados, debido a eso polvos mágicos que tienen la costumbre de resaltar nuestra belleza, hacían destellar aquellos orificios. Aquellos que tanto observaron, y que ahora con toda la fuerza que es capaz de abarcar las frágiles manos que poseemos, andan dirección a nada, y a la misma vez en trayectoria a todo.

Solo tenemos ganas de reír a carcajadas, de la forma en la que la cara se nos deforma de lo inevitable que parece salir de tu cuerpo y ser solo sentimientos. Solo risa, solo instantes.
Solo deseamos atraer aquel horizonte que guarda lo deseado.¿ Nunca habéis observado que el infinito , aquello que nunca alcanzamos a ver, es lo único que podemos ser? Porque solo cuando no seamos seremos.


Hoy los caminos que se bifurcaban simplemente desaparecen, dejan su lugar a la improvisación, a la incertidumbre.


A la vida, al fin y al cabo.







Cómplice del aire.