La vida se presenta con un toque extravagante,
Vida en estado puro, bruta, natural, volcánica, autentica.

Seguidores

miércoles, 10 de marzo de 2010

El misterio de los sueños. (Parte 1)

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué la mayoría de las veces no nos acordamos de los sueños? ¿Por qué al levantarnos, tenemos la sensación de haber soñado algo emocionante, o algo terrorífico, o algo tan bonito que te emocionas, pero a pesar de esa sensación no nos acordamos del sueño en concreto?...
Hace ya algunos años conocí el secreto de aquello.


No sé dónde oí hace tiempo algo que le paso a Jack McGuin, un niño escocés. Decían de él que últimamente estaba obsesionado con los sueños. Se frustraba al no acordarse de los muchos que soñaba y siempre dormía en alerta, pues estaba convencido de que algo sucedía. No aceptaba la opción de que era la mente, quien los borraba, él pensaba que alguien se los debía de quitar.




Algunos le dieron por loco, otros solo por un niño frustrado ante aquella absurda realidad, y poco a poco dejaron de preocuparse.
Por supuesto, Jack jamás se rindió. Tenía un espíritu fuerte y una mente abierta y llena de fantasía, aunque en el fondo sólo era un niño ¿no?
Pero en unas de esas noches, tal como oí, Jack se despertó de repente sudando, y aunque sólo fue por una milésima de segundo, Jack vio algo verde y rojo salir por la ventana. En ese instante una enorme sonrisa apareció en su rostro, por fin tenía algo a lo que agarrarse y ahora más que nunca estaba seguro de que debía llegar hasta el final.



¡Maldita sea! ¡Por los cuernos de Kudú! ¡Jamás me había pasado esto! ¿Me habrá visto aquel niño? ¡Por las barbas de Barrabas!… Mañana tendré que volver para asegurarme. Si me ha visto estoy perdido, tengo miedo, no puedo permitirme esos fallos en mi trabajo. Menos mal que conseguí quitarle el sueño, si no, sí que sería una tremenda desgracia.


Según me siguieron contando, aquel niño a la noche siguiente no durmió, optó por hacerse el dormido, sea quién fuese quién había estado la noche anterior, seguro que volvería para asegurarse de que él no había visto nada, y en ese momento le seguiría a donde fuera. Y así fue, casi cuando la inconsciencia empezaba a inundarle oyó su ventana, inmediatamente sintió cómo algo entraba en su cabeza y de pronto un grito, ¡dentro de su cabeza!, le hizo caerse de la cama. Abrió los ojos pero no vio nada. Se acercó a la ventana y divisó una boina verde (muy peculiar, por cierto), señal de que alguien realmente había estado allí. Tal como me dijeron, Jack no estaba dispuesto a darse por vencido, y ya que nadie creía en él tendría que hacerlo solo. Cogió algunas provisiones y salió en busca de sus sueños, algo, como ya suponéis, muy apreciado para él.





Lady Madrid.

No hay comentarios: